Una de las inquietudes que me he encontrado con líderes interesados en el desarrollo de las personas en sus equipos, es poder identificar qué tipo de acompañamiento pueden ofrecer a sus colaboradores según sus necesidades. En muchas ocasiones utilizan los términos de Mentoring y Coaching de manera indiscriminada, lo cual podría parecer algo pequeño y, sin embargo, se llegan a generar expectativas distintas a las pensadas, choques entre procesos o incluso búsquedas de profesionales mal encaminadas.
Entender la diferencia entre Mentoring y Coaching es esencial para saber qué es lo que queremos de nuestros programas y el desarrollo de equipos, qué podemos esperar e incluso cuáles podrían ser los retos que representa cada uno. Este artículo busca, justamente, entender cada término.
Primero, ¿qué es el Mentoring?
Se trata de un proceso de acompañamiento que realiza una persona con cierta experiencia y conocimiento a otra, siempre abordando los temas que necesita aprender la persona en desarrollo. Aquí la persona con experiencia y conocimiento se llama “Mentor”. La mayoría de las veces, este mentor pertenece a la misma organización que la persona en desarrollo a quien llamamos “Mentee” o “Mentoreado”. Generalmente las organizaciones implementan programas donde pueden darle una pauta tanto al mentor como al mentee sobre qué estructuras o caminos seguir en este proceso de acompañar al otro.
No nos olvidemos que varios de nosotros ya ejercemos una especie de mentoring, a veces sin saberlo o sin tener una estructura metodológica. Por ejemplo, un líder puede tener conversaciones de mentoring con sus colaboradores incluso si no existe un programa formal de mentoring en la organización.
¿Cuándo se aplica mentoring?
Es recomendable detonar procesos de mentoring cuando el colaborador no tiene dominio sobre la tarea que necesita realizar, tiene poca experiencia en lo que debe hacer (como podría ser un recién graduado), cuando una persona es nueva en su puesto o cuando alguien está adquiriendo nuevos conocimientos para desarrollar su carrera.
Si estas situaciones se llevan a cabo, el mentor enseña, aconseja, hace recomendaciones y provee de experiencias de aprendizaje para el mentee.
Segundo: ¿Qué es el coaching?
El Coaching también es un proceso de acompañamiento. Sin embargo hay una diferencia radical con el mentoring y es que, en este proceso, es un profesional con formación especializada quien realiza el acompañamiento. A esta persona le llamamos “coach”, mientras que la persona que es acompañada recibe el nombre de “coachee”. Otra diferencia interesante es que, en el coaching, los coaches suelen ser especialistas que no forman parte de la organización y el proceso de acompañamiento que proporcionan es por un periodo de tiempo determinado.
También existen diferencias metodológicas innegables. El coaching no se trata de mostrar a las personas cómo realizar ciertas actividades o procesos, sino que se trata de un proceso reflexivo y de aprendizaje donde se promueve que el coachee llegue a su propia solución.
En cuando a la necesidad de profesionalización se podría decir que es variada. Por un lado, un coach es un profesional especializado en técnicas de acompañamiento pero por otro lado el líder puede aplicar un estilo llamado “líder coach”, que se centra en desarrollar a sus colaboradores. El líder no necesita estar certificado propiamente como coach, pero sí tener formación en técnicas de coaching, como por ejemplo en la escucha, la indagación, tipos de conversaciones, entre otras herramientas que le permitan utilizar este estilo de liderazgo.
Apostar por el coaching es liberarse de barreras laborales y emocionales. El coaching lleva a los líderes a entender, desafiar y mejorar a sus equipos constantemente, lo cual se traduce en mejores ambientes laborales, reducción de conflictos constantes y es una gran herramienta para desarrollo y crecimiento laboral. En próximos artículos hablaremos más sobre las ventajas puntuales que ofrece el coaching a las organizaciones y a los mismos líderes.
¿Cuándo se aplica coaching?
Aplicamos el coaching cuando el colaborador domina sus actividades pero necesita trabajar en si mismo, en su emocionalidad, en sus competencias o en su forma de hacer las cosas.
El coach no aconseja ni da recomendaciones, lo que provoca es un proceso reflexivo en el coachee para que sea él mismo quien descubra su respuesta, cambie alguna creencia que lo esté limitando a aprovechar todo su potencial y que lo saqué de su zona de confort para llegar a una zona de aprendizaje. Este es un rol que el líder puede tener con su equipo y es de mucha ayuda cuando se le otorga formación para hacerlo.
En nuestra práctica dentro de Cohena hemos acompañado a organizaciones para implementar programas de mentoring, los hemos acompañado siendo sus coaches ejecutivos y hemos formado a líderes en herramientas de mentoring y coaching.
Si te gustaría conocer más sobre nuestros programas haz una cita con nosotros en el siguiente link https://calendly.com/dianacohena/reunion-1 y nuestros expertos te mostrarán cómo podemos acompañar a tu organización a adquirir estás habilidades.
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